Servicio virtual: prudencia y diligencia

13 de junio de 2020

El Poder Judicial tiene una gran labor por delante y se lleva a cabo combinando la tecnología con el aumento progresivo de la capacidad de respuesta. La primera fase de continuidad avanzaEstamos ante una tarea difícil que involucra a todo el sector justicia, requiere prudencia y sobre todo diligencia. La gran preocupación, la primordial, es lograr que tanto juezas, jueces y servidores, como los usuarios y usuarias, puedan integrarse a las labores sin poner en riesgo su salud. No podemos obviar que una debilidad puede significar vidas humanas. Para esto el servicio debe cambiar y no tiene vuelta atrás. Procede continuar avanzando hacia diferentes mecanismos de mejora que además de ser implementados y examinados en la marcha, deberán hacerse acompañar de capacitación contínua. 

El modo en que abordamos la situación de incertidumbre que vivimos es crucial. Con el paso del tiempo los planes han tenido que ser sometidos a constante revisión y esto presupone obstáculos para que los actores del sistema puedan brindar servicio de manera oportuna. Requerimos un diálogo constante entre usuarios, sectores, servidores, actores del sistema general. El ensayo-error es parte del propio camino: una herramienta de resiliencia.  

La Justicia es y será el resultado de una profunda relación con las fuentes del Derecho, el sentido de justicia, la toma de decisiones y la razonabilidad. La tecnología debe acoger la racionalidad jurídica y no sustituye el trabajo esforzado que juezas, jueces y servidores han venido llevando a cabo. Es importante identificar con claridad qué podemos hacer para mejorarlo. Para ello se requiere apertura, disposición y, sobre todo, altruismo: procurar el bien general dejando en segundo plano el interés propio. 

El carácter estratégico y de largo plazo de la modalidad virtual en el Modelo de Servicio Judicial que se ha puesto en marcha, resulta una oportunidad, en muchos sentidos, en el plano interno como externo. La capacidad de acelerar la respuesta y hacerla más eficiente, abaratar costos, reducir procesos, tedio y formalismos poco útiles supone una ganancia de todo el sistema. 

El compromiso es capacitar, en esta nueva etapa, a la mayor cantidad de abogadas y abogados posible a nivel nacional. Para esto se iniciada una serie de seminarios web para los y las profesionales, que permitirá reducir y eliminar barreras que puedan resultar de la falta de dominio de la tecnología y sus mecanismos. Este programa de formación en operatividad electrónica es un paso de avance para permitir ampliar el acceso a los servicios judiciales de los y las actuantes en justicia de manera virtual. 

Hagamos todos nuestra parte para lograr el objetivo de una apertura segura y prudente. Solo así tendrá sustento la Visión de una Justicia oportuna, capaz de responder a las demandas y requerimientos de sus usuarios y de la sociedad. Este es el camino para que podamos operar en el servicio para todas y todos. Vamos a continuar trabajando para recuperar la confianza de la gente en la justicia, facilitando a los jueces y juezas hacer su trabajo de manera íntegra y con todo lo necesario para que su rol impacte como debe en la convivencia

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