¿En qué y cómo participar?

5 de febrero de 2010

Estamos llamados a tomar parte activa en la definición y ejecución de las políticas públicas para garantizar que las mismas comiencen a responder al interés ciudadano, que no puede ser otro , que el de iniciar un proceso sostenido de alcanzar mayores logros en materia de desarrollo humano.

También es imprescindible que establezcamos condiciones y procedimientos que obliguen a aquellos a los que encarguemos de la gestión pública, la gestión de “los asuntos de los seres humanos” (Edgar Morín), a que cumplan sus responsabilidades siguiendo estándares adecuados y a que rindan cuentas por su desempeño.

Tenemos que incrementar el compromiso activo de las personas en lo que respecta a los dos aspectos anteriores: la decisión sobre las metas colectivas a perseguir y las condiciones y calidad de las funciones de gobierno y de liderazgo. Incrementar ese compromiso activo se traduce en capital social y gobernanza.

Una política pública no es sólo la enunciación de unas metas colectivas, ni la declaración de un compromiso con la prosecución de dichas metas. La asignación de recursos financieros, logísticos, institucionales y humanos, así como los procedimientos, la energía, visión, coraje y disposición del liderazgo respecto de su ejecución son esenciales.

En nuestro país es usual que las autoridades en las diversas esferas de gobierno y el liderazgo social y económico se pongan a tono con aquellos temas que están en boga. Lo que no es frecuente es que se dispongan y ejecuten las medidas concretas imprescindibles y suficientes para alcanzar las metas declaradas.

Los que nos comprometamos con la superación del déficit de poder  que afecta tan negativamente a la mayoría de las personas de esta sociedad, tenemos que comenzar por establecer un consenso práctico acerca de cuáles son las políticas fundamentales que tendrán que ser puestas en marcha por un período lo suficientemente largo como para que sus efectos se tornen en irreversibles. Junto con ese conjunto de políticas tenemos que establecer las herramientas para darles seguimiento y evaluar continuamente su eficacia y la eficiencia de su ejecución.

Reflexionar y actuar con respecto a la gestión pública, coincidiendo con las metas colectivas,  mediante el desarrollo de un proceso, eso es política.

No podemos seguir dejando la política como un coto privilegiado para una casta de audaces e inescrupulosos que no tienen reparos en actuar conforme a sus intereses de grupo, particulares e individuales, antes que cumplir con el mandato de la ley y las atribuciones que son puestas a su cargo.

Si no definimos unas calidades exigibles para el desempeño de las funciones públicas y actuamos para que éstas sean alcanzadas y cumplidas por quienes asuman posiciones de autoridad, de nada servirá que coincidamos en cuanto a las metas y condiciones de ejecución. Porque las autoridades, electas o designadas, constituyen una especialización de recursos humanos, una división técnica del trabajo, que encarga a una parte de la sociedad la responsabilidad de dirigir y gestionar el avance de toda la sociedad.

Por lo tanto, si resumimos lo hasta aquí expuesto, tenemos como ámbitos primordiales de actuación, de ejercicio de la responsabilidad ciudadana en este momento, estos tres:

  1. Establecer consenso sobre los que deben ser los objetivos y metas que tiene que acometer la sociedad dominicana en la actual etapa para emprender una equiparación del acceso a oportunidades, que es en esencia el desarrollo humano, así como los procesos y formas en que los alcanzaremos.
  2. Comprometernos en lo que respecta a cómo debe gestionarse la sociedad.
  3. Actuar de forma colectiva para garantizar que tanto el interés general como la calidad de la gestión sean consecuentemente buscados y obtenidos por la sociedad.

De la coincidencia en cuanto a estos tres propósitos se deriva la urgencia de expandir continuamente entre las personas tanto el compromiso como la disposición de actuar en correspondencia con el mismo.

Y esto último hoy es más factible que nunca. La experiencia reciente en diversos países en los que una masa crítica, inicialmente no mayoritaria, fuertemente motivada y concernida por asuntos de interés la colectividad, ha logrado desencadenar procesos institucionales de cambio por las vías democráticas.

Los medios y tecnologías de información y comunicación, así como las estrategias y herramientas de organización en red, de sincronización y articulación de que disponemos, utilizados adecuadamente, apuntan a la posibilidad de desarrollar este tipo de actuación política y a que podamos lograr los objetivos de la misma en un plazo relativamente corto.

Descubrir, adaptar y adoptar un repertorio de herramientas de gestión y actuación política coherente con lo hasta aquí esbozado no es una tarea sencilla , y  requerirá de revisiones y ajustes constantes. Pero no es que se trate de algo fuera del alcance los que estamos dispuestos a hacerlo. Emprender esta tarea con creatividad, iniciativa y continuidad es lo que corresponde al momento actual que vive la República Dominicana.

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NELFIS

tenemos que reaccionar!!!!!

Beatriz Arias

Tienes razón en muchos de tus planteamientos, entiendo que es necesario la acción por parte de los que estamos seleccionados a cambiar los procedimientos, te felicito!

Johnny Pujols

Comprometernos, Reflexionar y Actuar de forma Colectiva y por el Colectivo. Nos dejas planteado el reto: La Construcción de una manera diferente de accionar en política es una tarea difícil y necesaria. Nadie que se interese por participar hoy, puede hacerlo de espaldas a este inminente llamado, y mucho menos desestimando las herramientas adecuadas.

Ha caído justo en el momento indicado, casi me parece un manifiesto, un llamado a pensar y accionar, gracias por tu artículo, no tiene desperdicios!.