La información cambia, los espacios también lo hacen muy rápido y cada día supone el reto de gestionar la realidad institucional como se espera o necesita.
Los aprendizajes de años de trabajo duro y la capacidad de discernir de forma ágil, hacen que el Poder Judicial tenga hoy la capacidad técnica y operativa suficiente para hacerle frente a la actual situación con una clara opción de respuesta. No hay espacio para duda.
La sociedad dominicana espera lo mismo que ofrece: sacrificio, compromiso, capacidad de actuación enfocados en la visión de que el trabajo que hacemos ofrece una respuesta determinante a una situación extrema.
El sistema depende de su capacidad de integrarse a una realidad afectada por la emergencia de salud. Y sus usuarios, como sus gestores, estamos llamados a reaccionar con mayor confianza. Seguridad de que el camino escogido es el enlace entre las respuestas y las vías que hacen posible darlas. La Justicia dominicana, el rol de juzgar en nombre de la República, está a salvo. La justicia dominicana ofrece todo para que sea posible mantener el orden legal en la situación irregular que vivimos y que haya garantías de continuidad del servicio.
Salvaguardando el debido proceso de ley, las normas procedimentales y el interés de las partes, el Servicio Judicial facilita la labor judicial. Mejora los servicios y soporta su automatización en recursos como la firma digital. Contaremos con mayores canales y más coordinados, en un centro de contacto con mayor capacidad de seguimiento. Dispone, además, todos los documentos en una plataforma digital, facilitando la búsqueda y tenerlos a disposición de ambas partes. Las personas no tendrán que moverse al tribunal para solicitar, iniciar un trámite, verificar el status. La plataforma aumenta la transparencia de las labores de los jueces y abogados, facilita la publicidad con Audiencias grabadas. Además, asegura la participación de las partes que no tendrán que asumir costo de traslado o movimientos de distancias largas.
Cuando me inicié como servidor judicial siendo muy joven, recuerdo la queja de una usuaria que cuestionaba que el papel timbrado dijera “Servicio Judicial”, dadas las escasas condiciones para el servicio. El Servicio Judicial que hoy presentamos busca instalar una nueva filosofía de operación y relación entre la justicia y la sociedad. Una cultura de servicio que debe tender a la empatía y a la solidaridad. Al respeto de la dignidad de las personas, ante todo. Preservando la solemnidad de la investidura judicial, el enlace de contacto con las usuarias y usuarios conlleva un compromiso con el abanico de acciones que recoge Visión Justicia 20/24: una justicia oportuna y eficiente, al alcance y servicio de todas y todos, en especial, las personas vulnerables.
El servicio de justicia es la grandiosa labor de las juezas y jueces del Estado dominicano, la sacrificada tarea ante las distintas problemáticas del sistema que encuentra una ruta. El Servicio Judicial es: plataformas integradas de atención, servicio y mensajería, que auxilian y aseguran los derechos de las partes. Es perfectible, con retos que atenderemos a medida que la implementación avance, pero es la respuesta de mayor alcance que hemos podido ofrecer para continuar abonando la confianza de los usuarios.
Que no quepa duda, las juezas y jueces del Poder Judicial, las servidoras y servidores de los órganos de apoyo estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para asegurar el rol constitucional y legal, cuidando la salud y la seguridad nuestra y de los usuarios. El respeto a los marcos institucionales y legales, así como la garantía de los derechos de las partes, son rasgos particularmente integrados en el proceso de construcción del Servicio Judicial.
Sigamos generando confianza con el trabajo y el diálogo. Somos compromisarios de un camino conjunto en el que los usuarios internos y externos mejoran su situación. La tarea de todos es una justicia justa, una respuesta pronta y la integridad de quienes servimos e impartimos justicia en nombre y bajo mandato de la República.
