Palabras ante la primera Reunión Ordinaria del Consejo Directivo CEI-RD

21 de septiembre de 2016

 A partir de 2013 se ha iniciado el cambio más trascendente en la orientación del gasto público del Estado dominicano de los últimos 50 años. Concurrentemente, el presidente Danilo Medina ha priorizado mantener y reimpulsar el crecimiento económico que ha caracterizado nuestro devenir desde hace décadas. Lo está haciendo desde la conciencia de que el modelo que nos había permitido llegar hasta ese año tenía que ser reconfigurado y pensado a partir del fortalecimiento de las capacidades de los sectores productivos en todo el país. Esta fue la tarea principal que emprendió en cuanto a la economía nacional. Teníamos que seguir creciendo, pero sobre todo, sentar las bases para una transición, un cambio de modelo.

El modelo económico que comenzó a arrancar entonces, está explicitado en el Programa de Gobierno 2016-2020 y en las metas que el presidente Medina compartió con el país en su discurso de toma de posesión del 16 de agosto pasado: se trata de crecimiento con inclusión, superación de la pobreza, generación de empleo, desarrollo del capital humano, renovación de la administración pública, extensión y mejora de los servicios sociales básicos y universales, transformación productiva mediante el crédito, la tecnología y el incremento de capacidades de los actores económicos. No voy a extenderme en esto porque sé que conocemos bien de lo que se trata la estrategia del presidente Medina.

Pero sí debo destacar que de forma muy clara, en el programa gubernamental, en la Estrategia Nacional de Desarrollo y en las metas presidenciales, los componentes de exportación e inversión juegan un rol fundamental. En primer lugar, las exportaciones de bienes y servicios constituyen una fuente privilegiada de divisas y tienen el efecto de aminorar situaciones desfavorables en nuestra balanza comercial.

Los productos y servicios de la República Dominicana tienen el potencial para insertarse en mercados competitivos en el entorno internacional. Pero más aún, el desarrollo de una cultura de exportación y de las capacidades de nuestra producción de ocupar mejores posiciones en los mercados internacionales, constituye el principal estímulo a la transformación económica y social que requiere nuestra nación para alcanzar el desarrollo sostenible. Si el destino y el ámbito en que se enfocarán nuestros esfuerzos productivos es el mundo, el mercado internacional, vamos a   generar capacidades, actitudes y destrezas productivas con estándares mundiales, con calidad superior a la actual y, como impacto, vamos a generar capital humano y empleos dignos. Consecuentemente, nuestra economía será más sostenible y creceremos. Tenemos el reto de hacer la contribución necesaria para que en menos de diez años por lo menos duplicar nuestras cifras actuales en materia de exportaciones.

En cuanto a continuar siendo un destino privilegiado en la atracción de inversiones, es indiscutible que esa tiene que ser una estrategia nacional, un compromiso concertado y compartido entre  todas las instituciones públicas vinculadas al tema y los actores privados e intereses económicos tanto nacionales como internacionales.

Debemos contribuir al crecimiento económico, más aún, al desarrollo sostenible de nuestra economía, generando mejores empleos, incrementando el ingreso, desarrollando las capacidades y actitudes necesarias (capital humano) a partir del aprovechamiento de lo que somos y del contexto global en que nos insertamos.

La estrategia del CEI RD busca convertirnos en una gran agencia de información, capacitación y asesoramiento  en todas las fases del proceso de internacionalización de la economía dominicana.

 Es esto lo que se desarrolla en el plan estratégico institucional 2017-2020, cuyo borrador está en sus manos. Pero una estrategia nacional de exportación e inversión requiere la sinergia entre el sector público y el sector privado. Y previamente, la articulación entre todos los entes del sector público, para que funcionemos con un flujograma único que nos lleve al logro de las metas nacionales.

Este plan estratégico, los planes operativos y proyectos que vamos a ejecutar apuntan a una mayor alineación de nuestra institución con las demás que intervienen en el sector, para que elaboremos y ejecutemos conjuntamente el plan nacional de fomento de las exportaciones, el plan nacional de políticas comerciales y la estrategia nacional de inversión. Asumimos este compromiso desde los valores institucionales de trabajo en equipo, eficacia, excelencia, transparencia, vocación de servicio, alta capacitación profesional…

Y también asumimos colaborar activamente con las entidades pertinentes para reforzar la marca país de República Dominicana como insignia que fortalezca la proyección y presencia de los productos y servicios que debemos insertar en los mercados internacionales.

 Con este enfoque asumimos el compromiso y la confianza que ha depositado en nosotros el presidente Danilo Medina. Creo, firmemente, que es un camino fructífero que debemos andar juntos. Estoy seguro de que podemos contribuir a ese horizonte, al de una nación próspera, sostenible, democrática, con más equidad y bienestar. Para eso les propongo que lo hagamos en una estrecha alianza entre todos los sectores, en una relación de colaboración constante, de cercanía y disposición: porque el objetivo es común y es entre todos que podemos alcanzarlo.

 Con estas palabras quiero agradecer el que estemos hoy aquí, y poder compartir con todos ustedes, miembros del Consejo, las propuestas, metas y planes que pretendemos emprender con el favor de ustedes y la colaboración interinstitucional.

19 de septiembre 2016

Henry Molina: RD requiere alianza público-privada para mejorar productividad, publicado el martes, 20 de septiembre de 2016 en @PresidenciaRD

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