Hagamos nuestra parte

23 de mayo de 2020

La limitada capacidad de anticipar situaciones nos lleva a que lo gradual sea un rasgo especial de nuestras actuaciones. En distintos países se ha optado por una “desescalada” por fases para la reincorporación en la vida cotidiana. Es una responsabilidad compartida, un cambio en nuestro modo de trabajar y relacionarnos. Mientras no exista vacuna, el control del virus dependerá de nuestra capacidad racional. El mayor reto es encontrar equilibrio entre los riesgos sanitarios y la estabilización del funcionamiento del sistema de justicia.  

El Consejo del Poder Judicial ha aprobado el Plan de continuidad de las labores, que presenta los puntos clave para retomar a la regularidad de los trabajos, conscientes de la realidad que estamos enfrentando. Este documento, soportado en la virtualidad, conlleva su Plan de implementación, que contempla la reapertura de los procesos y servicios judiciales de forma paulatina. Dicho plan contempla tres (3) fases: Una fase inicial a la que le siguen una fase intermedia y una avanzada, con el orden y las fechas en que cada Distrito Judicial (y sus dependencias) retornará a las labores administrativas y jurisdiccionales presenciales. Cada una de las fases, depende del éxito de la anterior. La inicial, depende de la preparación actual.  

Igualmente, con el Plan de Continuidad del Poder Judicial se aprobó la primera Guía de Teletrabajo del Poder Judicial. Este documento establece los lineamientos para que los operadores del sistema de justicia laboren de forma remota, garantizando así la continuidad en el acceso a los servicios.  

Continuaremos aumentando la capacidad de los equipos, invirtiendo tiempo y soluciones para lograr nuestro objetivo y promesa: una justicia capaz asegurar las herramientas para su desarrollo. Lograremos un sistema que pueda brindar cada día un mejor servicio a quienes lo requieran, conscientes de su situación, cuidando el respeto a la investidura de los jueces y juezas y asegurando su prerrogativa de control de las audiencias. Hoy contamos con más capacidad y dinamismo, debemos confiar en las mujeres y hombres del Poder Judicial.  

Cada día es una oportunidad de aprendizaje, de flexibilización y comprensión de la situación que vivimosAsí como del modo en que esta puede proveer herramientas para que la transformación judicial siga adelante con mayor empuje. El llamado es a que cada una y cada uno hagamos parte en esta cuidadosa labor de reincorporación de las áreas del servicio afectadas por el estado de emergencia. Contamos con su comunicación y respaldo para el logro de nuestra visión de una Justicia integra e inclusiva, al servicio eficiente de la sociedad dominicana.  

Volveremos con más entusiasmo y ganas de vivir. 

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