Esta mañana, mis responsabilidades al frente del Poder Judicial me llevaron a participar en una actividad en la que se produjo una agradable y conmovedora simbiosis de protocolo oficial con vivencias y expresiones de calor humano.
Estuve en compañía de distinguidas personalidades de prestigio nacional y dignos representantes de Moca y la provincia Espaillat, cuna de hombres y mujeres trabajadores, valientes y de una decidida vocación de servicio a la nación.
Compartimos en el acto de tributo al ilustre jurista Artagnan Pérez Méndez, a quien desde ahora hacemos honor de forma permanente en el patio central del Palacio de Justicia de Moca.
La Ley 69-19, aprobada por el Congreso Nacional el 5 de febrero y promulgada el 28 de marzo de este año, manda designar con su nombre la sede de ese Departamento Judicial. En correspondencia con dicha disposición, el Poder Judicial dejó instalada una tarja y una imagen de su rostro, tallada en bajo relieve, para recuerdo de las presentes y futuras generaciones.
Interactuar con su hija Isabel Amantina Pérez Ferreras y otros miembros de su familia, con las autoridades provinciales y municipales, con hijos distinguidos de la comunidad mocana, nos permitió repasar todas las múltiples dimensiones en las que el doctor Pérez Méndez se destacó.
Se dedicó a fortalecer el Derecho en distintas ramas, desde el estudio y el magisterio, pero con un ejercicio estelar en los tribunales. Dicen quienes fueron sus alumnos que era estricto con sus clases, aunque nunca perdía el sentido del humor. Bromeaba hasta sobre sí mismo, cuentan.
Hablar de Artagnan Pérez Méndez en la tradición jurídica nacional es emprender un viaje didáctico, para impregnarse de ese firme compromiso con el cuidado del Derecho y el conocimiento de la jurisprudencia que él siempre encarnó.
Esa es la impronta de Artagnan Pérez Méndez. La comprensión del ejercicio como un concierto donde la doctrina, bien cultivada, hace juego con principios, recursos, convenciones, usos, fuentes específicas del trabajo por la Justicia.
En esa confluencia parió decenas de libros, piezas jurídicas que alumbran el ejercicio en los tribunales de todo el país y motivaron a otros a la doctrina. Aportes que combinó con sus convicciones humanistas y su compromiso de inquebrantable entrega para su pueblo natal al que tanto sirvió.
De él, que fue un apasionado del magisterio, podemos aprender que el Derecho es tener la capacidad de gestionar la realidad con responsabilidad. Hay que estudiar constantemente, pues estando al día podemos llevar el Derecho a su máxima evolución posible, en favor de las instituciones y los derechos de las personas.
El acto de este sábado fue una celebración de cumpleaños, porque este agudo, histriónico y perspicaz jurisconsulto, fallecido hace dos años, nació justo un 23 de noviembre en 1929.
Consagrado al ejercicio como una batalla incansable, Artagnan Pérez Méndez supo legar su sabiduría jurídica como regalo a las futuras generaciones. Es un ser humano que trasciende en el tiempo.
Excelente artículo disponible para el público sobre tan grande jurista que pario este país República Dominicana, bendiciones magistrado, mis respeto siempre hacia su persona.