"Solo lo ético es práctico"

2 de agosto de 2024

La justicia, en su esencia, debe reflejar los valores más profundos de una sociedad, como la equidad y la independencia. Ambas son rutas de llegada de la ética, la cual se refiere a la conducta en la toma de decisiones tanto en la vida cotidiana como en la función profesional. Este enfoque destaca la importancia de la integridad y la moralidad en la toma de decisiones, argumentando que las prácticas éticas no sólo son correctas desde un punto de vista moral, sino que también conducen a resultados prácticos y sostenibles.

La ética en la justicia no es solo un conjunto de reglas a seguir, sino un compromiso inquebrantable con la verdad jurídica y la rectitud. Los jueces y servidores judiciales deben ser modelos de integridad, demostrando a través de sus acciones que sus decisiones se basan en principios sólidos y no en influencias externas o intereses personales.

Somos árbitros ante los conflictos sociales y privados, por lo que la imparcialidad es crucial. Un servidor judicial debe tratar a todos los individuos por igual, sin prejuicios ni favoritismos.

Actualmente, me encuentro leyendo una interesante novela histórica española de la cual he extraído la frase “Solo lo ético es práctico”. Atribuida al ministro Belloch, esta idea cobra un significado especial, ya que refleja la convicción de que las decisiones y acciones basadas en la ética no sólo son moralmente correctas, sino que también son las más efectivas y sostenibles a largo plazo.

Belloch, quien fue un juez destacado por su trabajo en Bilbao persiguiendo delitos tanto de terroristas como de autoridades, fue nombrado ministro por el presidente español Felipe González. Se cuenta que al llegar al ministerio, esa fue la frase que propuso como mantra a sus colaboradores.

En un contexto de transformación judicial, donde la integridad es uno de los ejes centrales de la justicia que construimos, la frase resulta oportuna. Es, en esencia, la búsqueda que nos convoca: integrar la ética como fuerza motora de las decisiones en el sistema judicial. Un sistema que prioriza la ética y la integridad no solo resuelve conflictos y aplica la ley con sentido de la honestidad y apego a las reglas, sino que también considera la atención oportuna y el acceso igualitario como parte del manejo ético.

La justicia debe ser comprendida y respetada en su rol de árbitro imparcial. Para ello, se ha trabajado en hacerla más transparente. Es por eso que hemos impulsado políticas inspiradas en fortalecer la ética, la transparencia y la rendición de cuentas.

Se ha trabajado para lograr una transparencia total, con toda la información disponible en tiempo real, potenciando la independencia e imparcialidad del sistema judicial. Además, la revisión e implementación de sistemas de carrera y escalafón reducen la discrecionalidad, promoviendo decisiones objetivas.

A esto se suma la integración de mecanismos digitales que permiten la transparencia y una mejor monitorización de la labor judicial. También, la modificación y actualización del Código de Comportamiento Ético para fortalecer el régimen de consecuencias interno. La consolidación de la Inspectoría General, así como la aprobación de un nuevo reglamento de evaluación de desempeño y del reglamento disciplinario para oficiales de justicia, están diseñadas para reducir riesgos y aumentar controles.

Estas y otras medidas están diseñadas para construir una justicia más transparente, independiente y respetada, asegurando que las decisiones judiciales se tomen de manera justa y objetiva, reduciendo al mínimo la discrecionalidad y aumentando la confianza pública en el sistema judicial.

La confianza pública en el sistema judicial depende directamente de los estándares éticos de quienes lo integran. La lección de Belloch y su célebre frase es un recordatorio prudente de que la verdadera justicia solo se puede lograr cuando se actúa con una brújula ética firme.

Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios