Esta semana estuve en la Universidad Autónoma de Santo Domingo respondiendo a la gentil invitación que me hicieran como orador para una Conferencia magistral. Un emotivo acto en un auditorio repleto, en mi alma mater.
Ante la presencia de todos los jueces de la Suprema Corte de Justicia, los miembros del Consejo del Poder Judicial, así como las autoridades, profesores, estudiantes y profesionales de la universidad primada de América, pude esbozar la mirada de los problemas que sufre el sistema de justicia, y qué estamos haciendo para transformarla. Escuchar opiniones y responder preguntas.
La conferencia abre la necesaria relación de la Justicia con la Academia y las Escuelas de Derecho, que debe extenderse a lo largo del país, para que se comprenda el camino que hemos emprendido. Pero sobre todo para fortalecer el sentido de construcción conjunta, de república, de las respuestas que se llevarán adelante. Se han planificado los próximos 5 años de trabajo en la Visión Justicia 20/24.
Una primera etapa implica adecuar los planteles para hacerlos dignos, iniciar la implementación de los modelos de gestión y adecuación de espacios comunes con las exigencias básicas de un servicio a las personas. La planificación organiza 3 ejes, con 4 objetivos, 14 líneas de acción y 36 productos con sus proyectos respectivos. Su enfoque parte de un análisis de la relación entre la carga y la distribución de esta, para que sea más equitativa. De este modo se podrá eficientizar el trabajo de los servidores y de estos en el espacio físico. La adecuación de las estructuras judiciales a las necesidades de los usuarios y de los tiempos actuales: como la protección de los sectores vulnerables ante el sistema. Los niños, niñas y adolescentes, personas en condición de discapacidad, las mujeres víctimas de violencia, los envejecientes, los migrantes y las personas de escasos recursos. Velar por que reciban un trato digno y no sean revictimizados en sus procesos.
La continuación de mejoras en los sistemas y en la operación requiere que se aborden varios temas jurídicos en las universidades. Para que haya herramientas y elementos, información suficiente para ponderar las transformaciones, que a fin de cuenta son el resultado de todos los reclamos y solicitudes de los distintos usuarios y usuarias de la Justicia. Como dije en la UASD: solo si instalamos un diálogo realmente constructivo, entre todos y todas, sobre los problemas de la justicia, podremos lograr que sean los problemas de todos los dominicanos y dominicanas. Entonces, contaremos con el músculo de apoyo suficiente para enfrentarlos de manera efectiva y brindar un servicio judicial oportuno y eficiente, con jueces y servidores íntegros y conscientes de su rol, para que la justicia llegue en mejores condiciones a todos y todas.
Agradezco a la UASD, en la persona de la Rectora, Emma Polanco, a la Facultad de ciencias jurídicas y políticas y su Escuela de Derecho. Es nuestra responsabilidad y prioridad brindar respuestas democráticas a las insatisfacciones de la gente. Esa es hoy nuestra absoluta prioridad: respuestas democráticas, que devuelvan a la gente motivos para tener mayor participación en la construcción de nuestro destino común y confiar en la Justicia. A eso nos debemos.