Hoy cumpliría 96 años el doctor Pellerano: una oportunidad para reflexionar sobre su inmenso legado en la historia jurídica de la República Dominicana.
Su contribución al desarrollo y fortalecimiento del constitucionalismo en el país no solo fue visionaria, sino que sentó las bases de una justicia más cercana, accesible y centrada en la protección de los derechos fundamentales.
El doctor Pellerano no fue solo un notable jurista; fue un defensor incansable de la supremacía de la Constitución y un pionero en su aplicación práctica en el sistema judicial dominicano. A lo largo de su vida trabajó arduamente para que la justicia no se quedara en un ideal distante, sino que se convirtiera en una herramienta tangible y eficaz para la protección de los derechos de todos y todas.
Recordar su legado es especialmente importante en un día como hoy, en el que el Poder Judicial presenta una nueva Cátedra de Justicia Constitucional.
Esta cátedra no sólo subraya el firme compromiso del Poder Judicial y la Escuela Nacional de la Judicatura con la formación de los jueces y juezas. Sino que también representa una continuación del pensamiento jurídico dominicano y de sus figuras más influyentes, como el doctor Pellerano.
Porque su visión de una justicia constitucional fue más allá de las palabras escritas en la ley. Él entendía que la Constitución debía ser el pilar sobre el cual se construyeran todas las decisiones judiciales y los actos de gobierno. Bajo su impulso, muchos de los avances que hoy damos por sentados en el ámbito del derecho constitucional, comenzaron a tomar forma. La creación de instituciones y mecanismos para la defensa de los derechos fundamentales es parte de ese legado que aún hoy, tras su desaparición física, continúa desarrollándose.
Su trabajo fue fundamental para el fortalecimiento de la justicia en el país, pero su impacto no se limita a su tiempo. Sus esfuerzos por institucionalizar un sistema judicial basado en la Constitución nos siguen guiando, especialmente en un momento donde el respeto a los derechos fundamentales es crucial.
En este día, en el que celebramos su natalicio, honramos no solo al hombre que dedicó su vida a la justicia, sino también a su incansable labor por construir un sistema legal que reflejara los valores y principios democráticos que tanto defendió.
El doctor Pellerano no solo es parte de nuestra historia jurídica, sino que su legado sigue vivo en cada decisión justa que se toma en la República Dominicana.