Memoria y Derechos Humanos, 24 de marzo y todos los días

24 de marzo de 2021

Monseñor Arnulfo Romero

En octubre de 2018 fue canonizado por el Papa Francisco el monseñor Arnulfo Romero. Un hombre bueno que, siendo muy influyente en el mundo de la fe cristiana, no renunció a su vocación de servicio y entregó su vida por la defensa de la vida y los más débilesEn su honor hoy se celebra el Día Internacional del Derecho a la Verdad sobre las violaciones graves de los derechos humanos y la dignidad de las víctimas.  

El “obispo de los pobres”, “la voz de los sin voz” fueron algunos de los nombres con que le llamaban. Romero se convirtió en el ícono de la fe al servicio de los más débiles, no solo en El Salvador donde exigió con alta voz respeto por la vida en la guerra civil, sino en toda América. Su mensaje era el mensaje de una gran cantidad de mujeres y hombres que dieron su vida en defensa de los derechos y la paz. Cuando solo tenía 62 años un escuadrón de la muerte irrumpió en un hospital mientras celebrara una misa, cegando para siempre su vida. El día antes de su asesinato, Romero dijo: “quisiera hacer un llamamiento especial a los hombres del ejército, matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que de un hombre debe prevalecer la ley de Dios que dice no matar”. 

Hoy está vigente el llamado a preservar la vida y la dignidad de las personas. Y a hacer visible aquel mensaje que tantos levantaron en todo el mundo ante el horror de la guerra y las dictaduras.  

En nuestro país, la lucha por los derechos y la resistencia a las dictaduras tiene un largo historial, muchas veces ignorado. Quienes dedicamos nuestra vida a servir a la sociedad, somos los primeros que debemos promover el valor de las personas y su dignidad. Y ello conlleva reflexionar sobre la memoria histórica y tener conciencia del peso histórico y humano de la violencia y la muerte en nuestro país. Cabe hacer memoria de la vida y sacrificio de mujeres y hombres que, como Romero en El Salvador, se comprometieron con la causa de la vida y la libertad en nuestro país y regaron con su sangre el camino de la libertad. 

Reconozco la labor de quienes han hecho lo posible para mantener viva la memoria de los hechos. No deben ser olvidadas alrededor de 50,000 personas que fueron asesinadas o desaparecidas durante la dictadura trujillistaLo que incluye 17,000 haitianos en la “Matanza de perejil”, así como la existencia de centros del horror, donde las víctimas eran torturadas y en su gran mayoría asesinadas: “la 40” y el 9. Víctimas, hombres y mujeres, que no vieron justicia y cuyos familiares merecen un reconocimiento por el dolor enterrado en el tiempo.  

Hoy, Día Internacional del Derecho a la Verdad sobre las violaciones graves de los derechos humanos y la dignidad de las víctimas, levanto mi voz para que en nuestro país la verdad histórica y la memoria sea preservada y con ello, el legado de la libertad pueda ser canalizado en beneficio del futuro de nuestra patria. 

Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios