Luis Henry Molina
Ciudadanía es apostar activamente por la mejoría de las condiciones de vida. Hacerlo en primera persona y en colectivo. Hacer alianzas para lograrlo. Construir puentes con otras personas o causas. Hacer posible los objetivos propios tejiendo proyectos, buscando espacios para insertarlos. Ese es el espíritu de la democracia de este siglo. La que enfrenta grandes peligros, pero cuenta con ciudadanos dispuestos a los desafíos. La que permite a las personas desarrollarse con cada vez menos limitaciones, e incentiva un espacio de bienestar a través de los servicios.
Nada distinto a esto buscamos incentivar en los usuarios de los servicios de telecomunicaciones. La información a la mano de los usuarios, el conocimiento de nuestros derechos y deberes, es una apuesta por la ciudadanía. Un compromiso que se une a nuestros trabajos por la universalización del acceso a la red. En el Consejo de Indotel hay consenso sobre la necesidad imperiosa de la digitalización de nuestras instituciones públicas y privadas. De la importancia del acceso digital para la productividad del país.
Vamos a seguir trabajando de la mano con las empresas reguladas en busca de más vías para seguir visibilizando al usuario. Porque un ciudadano consciente de sus derechos y empoderado de sus obligaciones, es ya un reproductor de cultura para un país distinto. Queremos que cada vez más usuarios sean conscientes de sus derechos y los exijan. Esto resultará en más trabajo para todos. Pero mientras mejor es el servicio mejor es el mercado. Mientras más competencia y más productividad mejores condiciones para el bienestar de nuestra gente.
La Carta de Derechos y Deberes de los usuarios de telecomunicaciones es un paso más hacia el usuario consciente que requiere la República Digital. Buscamos que sea un abono hacia nuestra preparación para la era de la inteligencia artificial. Un futuro cercano que requiere de ciudadanos cada vez más activos y conectados.