Hola poeta

19 de enero de 2009

"Hola poeta", me saludó de manera  muy amable  Adriano Miguel Tejada,  cuando lo ví el pasado martes 13 de enero. Sentí un saludo afectuoso en el momento que me tocaba el hombro y nos  estrechábamos las manos. Seguí caminando pero al transcurrir  un breve espacio y el tiempo, las palabras "hola poeta" empezaron a  retumbar mi cabeza, por aquello de que: "todo comunica", como dice mi amigo Sergio Espejo,  ya sea por lo que trasmitimos o por lo que percibimos, pero al fin y al cabo todo comunica.

Adriano Miguel Tejada, pudo decir "hola poeta" sin otra intención que saludar de manera cortés y afectuosa como buen mocano que es, o pudo tener una intención al hacerlo,  pero casí me atrevo asegurar que fue un saludo más, al estilo de Adriano Miguel Tejada. Para mi, sin embargo, es una buena oportunidad para dejar volar la imaginación  y preguntarme qué significa que yo sea poeta sin en realidad serlo, por aquello  de que: "la poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros en la calle, en el silencio, en los sueños, en la piel, en los escombros, incluso en la basura", citando a  Joaquín Sabina. He escrito, como cualquier persona apasionada y enamorada algunos versos que he creído que son poesias, pero que nunca he publicado. Pero me pregunto: ¿Podré asimilar a poesía lo que he hecho los últimos años de mi vida?;  pienso, no hago poesía en la Escuela Nacional de la Judicatura ¿o si?.

Pues, dejando libre la imaginación, decidí  preguntarme, ¿que es esto de ser poeta?, a lo que  Ernesto Suárez me respondió:  "ser  poeta es  quien acepta el regalo de las palabras de los otros. Se es poeta cuando, por amor a aquello que alguien nos dice y dona sin esperar nada a cambio, una persona decide convertirse en guarda de esas palabras justas. Pero, recuerden, de las palabras necesarias, de las palabras que son parte de la vida, de sus tatuajes. Los tatuajes son para siempre. Es una escritura que rasga nuestra piel y nos marca. Sólo esas palabras que provienen de la viva carne del hombre son las que pueden hacer un poema. Además, como depositario de todas esas palabras, el poeta se compromete a su vez a regalarlas él mismo. Quiero decir, a darles el cuidado preciso que las haga crecer para, una vez fuertes, abrir de nuevo las manos y entregarlas en una generosa corriente circular de amistad".

Pues lo más parecido a sentirme poeta sin serlo, es haber aceptado vivir este proceso  como un regalo que he recibido por la gracía de Dios y el cual vivo con gratitud. Ser poeta es  trabajar en busqueda de un sueño, sabiendo que no recibiré nada a cambio cuando mi responsabilidad en la Escuela termine.  Me siento poeta  cuando  Dios me ha permitido  dedicarme con mucho amor y entusiasmo a esta labor que hoy realizo en comunión con un excelente equipo de trabajo. Me  he sentido poeta al ver que la Escuela es un eslabón que se ha hecho parte profunda de mis sueños y anhelos de luchar por un pais en que todos las personas tengan la oportunidad de ser felices.

Me pregunté si realmente no seré yo un poeta al tratar de formar personas nuevas para una nueva sociedad como me lo he  planteado  desde que era militante del Movimiento Estudiantil de Concientización, o si no será hacer poesia  tratar de hacer realidad el anhelo del pueblo dominicano de tener justicia.

Debo agradecerle a Adriano Miguel Tejada, por llamarme poeta. Solo  espero que la próxima vez que nos veamos no se lo ocurra cambiar el "epíteto" para que mi imaginación no siga volando ¿o tal vez si? .

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Ellys Coronado

Me gusta mucho este post, sobre todo en la parte donde mencional su rol de poeta en la ENJ. Dice por ahí una frase que de poetas y de locos todos tenemos un poco… y el poeta no hace mas que ver las cosas de la vida de una forma novedosa y plasmarlas y es la chispa que ha caracterizado el trabajo en la Escuela, por lo que podemos decir que sí, que usted es un gran poeta y que de alguna forma u otra cada uno de los que integramos la escuela también.