Firma del Acuerdo Interinstitucional  Tratamiento Bajo Supervisión Judicial (TSJ)   

28 de julio de 2025

Palabras de bienvenida a la firma del acuerdo interinstitucional.

 Es un honor estar aquí, impulsando esta iniciativa que es muy relevante para la sociedad dominicana.  

1. Este es el momento de asumir una deuda pendiente 

  • Lo que hoy firmamos es más que un simple acuerdo interinstitucional protocolar. Es una respuesta atrasada, muy atrasada, a una herida social que arrastramos desde hace décadas. 
  • En 2020, con apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el Ministerio Público, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo lideraron un proceso técnico serio, ético y bien estructurado. Allí quedó claro lo que debía hacerse. 
  • Lo que firmamos hoy está llamado a convertir en acción el trabajo iniciado en ese entonces y que hoy debemos retomar con madurez y responsabilidad compartida.  
  • La firma de hoy continúa y expande el programa, integrando otras instituciones y promoviendo la capacitación. Convierte en permanente y extiende su alcance a niños, niñas y adolescentes, integrando a la Policía Nacional y al Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) al compromiso interinstitucional que nos convoca. 
  • Este modelo tiene sustento constitucional y legal, pero sobre todo ético: parte del reconocimiento de la dignidad humana, de los tratados internacionales y de las normas locales.  
  • Los jueces han hecho su parte en el trabajo técnico y el planteamiento de los mecanismos. Pero como Estado no dimos el paso. Fallamos en asumir la responsabilidad completa. 
  • Hoy estamos a tiempo para saldar esa deuda social. Esta es una segunda oportunidad. Y cada día que pasa sin actuar, es un día más en que el sistema sigue fallándole a quienes más lo necesitan

"Lo que el país no hizo ayer por los más excluidos, estamos llamados a hacerlo hoy"

2. Dejar de castigar la pobreza, empezar a reparar el daño 

  • Las personas con consumo problemático de sustancias no son criminales: son seres humanos atravesados por el dolor, la exclusión y la ausencia de oportunidades. 
  • El sistema judicial debe dejar de ser una máquina que castiga la pobreza y la marginación que produce un sistema excluyente y que cada día potencia las desigualdades materiales, culturales y sociales. 
  • Ahora se trata de acompañar. Hay que ir mas allá de encerrar y estigmatizar, sino de comprender y aportar. Este modelo se fundamenta en el enfoque de salud, de derechos humanos y de atención diferenciada.  
  • Muchos de quienes llegan ante los tribunales lo hacen después de que el Estado les falló en lo más básico: salud, educación, cuidado, comunidad. 
  • Tenemos una deuda con ellos.  
  • Este modelo reconoce que el consumo es una enfermedad, y que la respuesta debe ser integral, humana y digna. 
  • El Poder Judicial reconoce que detrás de muchos delitos menores hay una historia de abandono, de violencia estructural, de dependencia y de falta de oportunidades. Y debemos actuar en consecuencia y hacerlo ahora. 

El consumo problemático se cura con escucha, con tratamiento y con responsabilidad compartida.” 

3. Un modelo que exige más del Estado, y más de cada uno de nosotros 

  • El Programa de Tratamiento Bajo Supervisión Judicial no es una idea nueva. Es una ruta clara, con bases sólidas y respaldo internacional. 
  • Pero no basta con el papel. Requiere que todos cumplamos con lo que nos toca: 
  • El Ministerio Público (valorando la admisibilidad y promoviendo la suspensión condicional) y la Defensa Pública (representando a la persona imputada). Ambos, con apertura y criterio para proponer soluciones restaurativas a través de acuerdos.  
  • El juez, con rigor, seguimiento y sentido humano para validar esos acuerdos en el marco de las leyes y supervisar el cumplimiento del programa en etapas de instrucción y acompañar su ejecución. 
  • Y el Poder Ejecutivo con programas de rehabilitación reales, accesibles, consistentes, a través del Consejo Nacional de Drogas, que coordina la mesa interinstitucional y apoya con cooperación internacional.  
  • El Ministerio de Salud y el Servicio Nacional de Salud, proveen diagnostico, tratamiento, normativa técnica y servicios de salud mental. 
  • El Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN), ofrece atención primaria, acompañamiento comunitario y apoyo técnico, junto a un equipo multidisciplinario formado por psicólogos y trabajadores sociales, que sirve de enlace entre el tratamiento y el sistema de justicia.  
  • Es necesario comprender la magnitud de la problemática que hay detrás de este tema. 
  • El Poder Judicial está listo. Lo hemos estado desde 2020. 
  • Lo que necesitamos ahora es que el sistema en su conjunto deje de mirar hacia otro lado. Que el compromiso se traduzca en acción concreta. 

Este programa no necesita más diagnósticos: necesita que cumplamos con lo que prometimos.” 

4. Las personas más invisibles también tienen derecho a empezar de nuevo 

  • Este acuerdo es por los que nunca son prioridad. Ellos son también un espejo de la República Dominicana. Por los que duermen en aceras y espacios de abandono, por los que perdieron a su familia, por los que no llegaron a tiempo a la escuela ni al centro de salud. 
  • Es por quienes no tienen padrinos ni voceros. Pero tienen derecho. Y tienen dolientes. 
  • Lo que firmamos hoy no es un acto simbólico: es la posibilidad real de cambiarle la vida a quienes fueron empujados a los márgenes de la sociedad. 
  • Acompañar a una persona en su proceso de rehabilitación no solo transforma su vida. También transforma la de su comunidad, la de sus hijos, la de quienes antes no creían en una segunda oportunidad. 
  • Pero, seamos prácticos, también mejora el sistema y su eficiencia. Se traduce en mayor capacidad de respuesta de la Justicia. 
  • Este programa no castiga: restituye. No margina: reintegra. No excluye: repara. Al tiempo que reduce la carga del sistema para mejorar su efectividad. 

Cuando la nación asume a los suyos, incluso a los más golpeados, la justicia deja de ser una promesa y se vuelve una realidad.” 

5. Sabemos qué hacer. Y es ahora cuando hay que hacerlo 

  • El proyecto piloto con la Organización de los Estados Americanos (OEA) dejó todo claro. Este acuerdo además, establece todo lo necesario. La problemática no es nueva. Las soluciones tampoco. 
  • Hoy todos los que estamos aquí conocemos el terreno. No hay desconocimiento. Hace falta voluntad y acción. 
  • La presencia de Alejandro Abreu y su responsabilidad ante la problemática como coordinador, su conciencia y conocimiento de la temática desde el punto de vista social son una gran oportunidad.  El es un activo valioso de nuestro país. 
  • Igualmente, la presencia de la procuradora Yeni Berenice Reynoso supone la certeza de que se va a actuar en la dirección correcta.  
  • La Defensa Pública con Rodolfo Valentin tiene un gran compromiso. 
  • Y con un ministro de Salud, como Victor Atallah, consciente de las implicaciones de salud del consumo de drogas, tenemos asegurado el éxito de este proceso. 
  • Este es el momento de actuar. No mañana. No en otra administración. No después de otra tragedia. 
  • Es ahora, con humildad, con decisión, con sentido de país. 

Ya no se trata de entender el problema. Se trata de tener el coraje de resolverlo.” 

  • Gracias a todos los presentes por su compromiso. 
  • Estamos reanudando un camino justo, necesario y profundamente humano. 
  • Que esta vez el compromiso sea completo. 
  • Porque cada vida rescatada del abandono, de la cárcel y del estigma, es una victoria del Estado dominicano. 
  • Y es también una señal de que en la República Dominicana, la justicia puede y debe ser una puerta para afianzar la convivencia basada en derechos

La justicia no es solo tribunales. Es también la capacidad del país de hacerse cargo de los suyos.” 

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