Nuevamente un estudio internacional señala que las deficiencias de nuestro sistema educativo afectan el desempeño total de nuestra sociedad.
Esta vez el Foro Económico mundial ha establecido una evaluación donde establece el ranking económico de competitividad, revela que hemos descendido 9 posiciones en la evaluación correspondiente a este año.
Mientras se ha avanzado o mantenido la posición en aspectos técnicos relacionados con el clima de negocios, el mercado interior y las funciones reguladoras, el retroceso en aspectos como percepción de la corrupción, idoneidad en los procedimientos gubernamentales relacionados con los negocios y calidad de la educación, es tan pronunciado que esto afecta la evaluación global acerca de la competitividad de nuestra economía.
Debemos poner atención a los factores negativos que señala la evaluación del Foro Económico Mundial, porque son problemas estructurales, de los que estamos conscientes, pero a los que no hemos abordado suficientemente en búsqueda de soluciones.
El tema de la educación es central en todo esto. No por casualidad en el V Foro de Competitividad de Las Américas, cumbre continental de la competitividad, que se celebrará en pocas semanas con nuestro país como anfitrión, el tema central es educar para la competitividad.
Pero, educar para la competitividad es, primero que nada, educar. Educar con calidad. Y con dignidad.
También es una condición para mejorar la cohesión social, que es imprescindible para tener competitividad.
El momento lo exige: si queremos ser competitivos, si queremos cohesión social, necesitamos mucho más inversión en educación.
Publicado en Santo Domingo, fecha 16 de Septiembre 2011, ver publicación en Noticias SIN
