Discurso Juramentación de abogados 15 de julio 2021 en honor a Olga Herrera Carbuccia

15 de julio de 2021

Hoy es un día de esperanza, porque en cada una y cada uno de ustedes descansa una nueva oportunidad de mejora y enaltecer el servicio y fortalecer el Estado de Derecho, de mejorar las condiciones de vida de las personas. Hoy entran en una nueva etapa de su vida personal, profesional y social.

En Derecho, en la función pública, en el trabajo y en la casa, siempre es posible mejorar. Porque como dijo Nelson Mandela “ser libre no es sólo deshacerse de las cadenas propias, sino vivir de una forma que mejore y respete la libertad de los demás”.

En el ejercicio de la carrera que comienza para ustedes hay grandes retos y también momentos gratos. Tener fe en la Justicia y el valor de las leyes requiere de un profundo compromiso con la paz, la libertad, la dignidad de las personas y la seguridad del colectivo. Y esas, abogadas y abogados, son motivaciones suficientes para darlo todo por la República.

Los tribunales son sagrados, porque más de 700 jueces y juezas de la república han entrado al sistema de justicia a través de la Carrera Judicial, que comienza en 1997 y que ha venido perfeccionando su estructura y su formación en el tiempo.

Son jueces gracias a procesos de selección y capacitación alejados de la coyuntura, sustentados en marcos legales y constituidos en garantía, a través de un sistema diseñado y ordenado por la Constitución de la República.

La función judicial amerita gran perspectiva para el ejercicio disciplinado y en observancia de la ley y los principios jurídicos. Por eso, es necesario también cuidar la función del juez. La sociedad necesita de la distancia crítica suficiente en jueces y juezas. Desde esa distancia es posible ver de manera imparcial y sesuda los conflictos sobre los que nos toca decidir.

Lo que permite que el honor de abogado sea merecido es que vayamos a los tribunales a buscar la Justicia como bien mayor, a pedir que la aplicación de la ley sea equitativa, que se respete el debido proceso. A exigir que se reconozca la dignidad de sus clientes sin afectar la de su contraparte: a ser tratados con igualdad ante la ley. Que al hablar de su ejercicio se diga que el estudio y buena práctica del Derecho les consagra a ejercer su profesión con respeto al oficio.

Abogadas y abogados, señoras y señores,

Existe una dimensión humanista de nuestra misión ante el sistema jurídico y mi llamado es a reconocerla y vivirla en la práctica. Es ahí donde nos damos cuenta que trabajar para el Estado no es un privilegio, sino un servicio. Igual que trabajar para el Derecho es también un sacrificio. Que operar ante los tribunales no es una oportunidad tanto como una consagración.

La Justicia busca moldear la sociedad desde la administración de los conflictos de los cuales somos apoderados los jueces y juezas. Esto no se da en los medios, pero se da con los medios. En los distintos roles ante la justicia, se debe revisar la correcta aplicación de la ley, de cara a la sociedad.

A ustedes corresponde ahora, en los tribunales y en casa, ganar o perder la batalla por la verdad y la justicia, por la democracia y su garante: el Estado social y democrático de derecho.

Honrar honra. Y en cada juramentación valoramos la trayectoria de personas, de profesionales dedicados al estudio y aplicados a la mejora paulatina de la vida en sociedad a través del derecho. Con ello se busca rescatar aportes y traerlos al presente. Ponderar su camino y sus huellas como ejemplo para que las nuevas generaciones puedan rescatar ganancias para el país.

Olga Herrera Carbuccia, a quien se dedica esta Audiencia de Juramentación de Abogadas y abogados, es un símbolo de honestidad, responsabilidad, organización y trabajo. Desde muy joven su desempeño ha sido notable, como fiscal, como jueza y como académica. Luego nos llenó de orgullo con su desempeño como jueza de la Corte Penal Internacional.

Su trayectoria motiva y es ejemplo para las futuras generaciones.

Abogadas y abogados,

El día de hoy debe ser recordado como un punto de partida para la constante actualización y estudio, pues el derecho cambia todos los días. Su trabajo necesita fortalecerse en el conocimiento de las distintas fuentes. Para hacer la acción en justicia un instrumento orgánico… Nuestra misión es cuidar con la conducta y la acción en justicia, la vida humana y la propiedad.

El país cuenta con el esfuerzo de todos, con nuestra capacidad de ponerlo primero.

Les invito a hacerse parte todos los días de quienes empujan para la evolución del Derecho y la Justicia. A vivir la pasión por el trabajo, nuestro trabajo, que hará un mejor país, si hacemos lo que está en nuestras manos para lograrlo.

A ustedes corresponde ahora, en los tribunales, ganar o perder la batalla por la verdad y la justicia, por la democracia y su garante: el Estado de Derecho. Una misión que debemos ejercer siempre inflamados de patriotismo constitucional, de respeto por las reglas, de compromiso y amor por el Poder Judicial, el Derecho y la República.

Nunca pierdan de vista el sentido de su ejercicio, nunca dejen de hacer todo lo que está a su mano para ser cada vez mejores y lograr que vivir en sociedad sea más armónico respetuoso e inclusivo todos los días.

El país cuenta con ustedes, con todos nosotros y nuestra capacidad de ponerlo primero. Con la confianza en el trabajo bien hecho y la constancia al hacerlo, República Dominicana sabrá recompensarles.

En nombre de la República y representación de la Suprema Corte de Justicia, les declaro legalmente investidos como abogados y abogadas. ¡Muchas felicidades y éxitos!

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