Abogadas y abogados,
Hoy la Sala Augusta acoge una nueva matrícula de abogados y abogadas de la República.
Quienes estamos aquí lo hacemos conscientes de la responsabilidad que esto supone.
El pasado 3 de febrero, se conmemoró el Día Internacional del Abogado. Esta celebración se constituye a nivel internacional para honrar a todos los profesionales del derecho. Cabe una doble felicitación para todos ustedes, ante esta celebración y la juramentación el día de hoy como servidores y actuantes en la Justicia que se deben al Derecho.
Todas y todos juran servir ante los tribunales y esto no es una tarea aislada.
Significa un serio compromiso con el estudio con el profundo conocimiento de la doctrina, la jurisprudencia y de las estructuras y procedimientos que la Constitución establece y que las leyes del Estado Social y Democrático de Derecho soportan. Pero sobre todo, supone un serio compromiso con mejorar el estado de la justicia dominicana.
Mejorar la justicia, mejorar la manera en que la sociedad se organiza y resuelve sus conflictos: esa es la labor que nos convoca. Pesa sobre los hombros de todos y todas la gran responsabilidad de garantizar la salud del sistema de administración de justicia en nuestro país.
Trabajar bajo un modelo que permita seguir fortificando una Justicia confiable, imparcial y respetada, que abone efectivamente a un clima de avance, conlleva un gran trabajo y un gran compromiso.
La profesión de derecho enfrenta retos fundamentales, siendo uno de ellos, muy importante: La integridad y la transparencia. El país cuenta con todas y todos nosotros para proveer al sistema de mayor seguridad y certeza. Para asegurar un accionar ético y transparente que equilibre y mejore la calidad del Derecho.
Es necesario que tomemos medidas para transformar la cultura que tradicionalmente ha regido la gestión judicial y el ejercicio del Derecho en nuestro país. En los tribunales/ el Derecho, la razonabilidad y el respeto riguroso de las normas deben ser el curso corriente de los procesos.
Abogadas y abogados,
Como en cada juramentación, se elige una figura del Derecho o la Justicia para proyectar su ejemplo a las próximas generaciones. Esta vez, honramos la trayectoria del jurista Héctor Sánchez Morcelo. Graduado de la UASD y profesor de Derecho. Escribía sobre Derecho y magnificas piezas retóricas. Considerado por muchos el primer penalista dominicano. Trabajador incansable que no respetaba días festivos ni horarios. Se levantaba de madrugada antes de subir a estrado, a cambiar escritos para fortalecer su defensa, lo que en aquel entonces suponía posiblemente mecanografiar todo el escrito. Para algunos era el mejor abogado dominicano de todos los tiempos. Hubo y hay muchos gigantes que hacen difícil comparar, pero sin duda fue uno de los más completos del país.
En el valor del estudio y la búsqueda del conocimiento encontramos un aval de avance personal, pero, sobre todo, encontramos insumos para potenciar la transformación y con ello, mejorar paulatina las realidades que nos toque vivir. Espero y confío en que podrán ejercer el Derecho conscientes de eso.
Señoras y señores,
En nombre y representación de la Suprema Corte de Justicia, les declaro legalmente investidos como abogadas y abogados. ¡Muchas felicidades y que tengan el mayor de los éxitos en la profesión!
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