Discurso Juramentación de abogados 04 septiembre 2019 en honor al Dr. Manuel Bergés Chupani

4 de septiembre de 2019

Abogadas y abogados,  

Esta Sala Augusta adquiere mayor relevancia simbólica cada vez que un grupo como este, de nuevas abogadas y abogados, se juramenta. El espacio de mayor solemnidad e importancia del sistema de justicia hoy recibe a 154  nuevas abogadas y 112 nuevos abogados. Un total de 266 profesionales que empiezan su camino en el Derecho. El esfuerzo que les trajo hasta aquí, el trabajo diario, seguirá siendo la savia de su trayectoria y de algo mayor que les supera. El trabajo diario es el tributo, el camino. Les exhorto, entonces, a actuar para mejorar el Derecho todos los días con su actuación. Porque cada problema de la sociedad, cada barrera o cada desprotección se corrige con mayor apego al Derecho.Es necesario comprenderlo como una rutahacia la Justicia, como un testimonio de fe, como una consagración por mejorar la convivencia.  

En el pasado he mencionado la necesidad de cuidar y respetar la función judicial. Sostener la investidura y sus símbolos, así como el compromiso de su misión con hechos, con la observancia meticulosa de los mecanismos y procesos. En ese sentido quiero llamar la atención de los y las presentes, pues la labor de la justicia, la labor del Derecho es sobre todo una perspectiva ante la vida, un compromiso y una valoración de la sociedad y nuestro rol transformador en la misma.  

El Poder Judicial y los auxiliares de la justicia debemos poner ante todas las cosas la observancia de nuestro modo de vida. Construyendo diariamente al servicio de las reglas de uso que sostienen el valor de la persona, y de sus derechos, mientras se conocen los conflictos. Esto conlleva también cuidar a las víctimas de no ser re-victimizadas o peor aún,  que pueda estar en riesgo la integridad personal.  

Los principios que asumen que el Estado debe respetar y hacer respetar la totalidad de los derechos que las leyes reconocen a los individuos y hacer valer el Derecho, no pueden encontrar excusa de ningún tipo. Pues estos son mecanismos, secuencias de requisitos, tareas imprescindibles que aseguran el proceso y los elementos fundamentales que sostienen la independencia, la imparcialidad y el apego a la constitucionalidad de la actuación en justicia. Un error procesal puede costar la vida de una persona y todo actuante en justicia debe tener conciencia plena de la importancia de su rol y la vulnerabilidad en la que se encuentran las personas que, traspasando por un conflicto, acuden a obtener servicios judiciales. 

Por lo que reitero el llamado a cuidar… la función judicial, la vida y los derechos, la estructura de principios y formas que sostienen el Derecho y la convivencia y que permiten mantener viva la esperanza y el sueño que nos une de ser una república. Cuidarse sobre todo de las ambiciones propias que no sirven para generar más valor del que extraen. 

El Poder Judicial en particular y la comunidad jurídica en general tienen como objetivo y mandato dirimir conflictos y aplicar la ley. Todo un sistema, que se compone de cada parte. Las acciones diarias de los jueces, de los abogados, los fiscales y los demás auxiliares de la justicia no son aisladas, e impactan en cada parte o en su resultado final. Es por eso que hago un llamado a comprendernos sujetos de primer orden ante las convenciones, derechos, usos y fuentes específicas del trabajo por la Justicia. Y es con nuestra labor y su impacto a favor de la sociedad como podemos lograr que así sean percibidas, en cumplimiento del mandato de la Constitución y las leyes.  Ejercer el Derecho es  tener la capacidad de gestionar la realidad y debemos actuar tomando en cuenta la responsabilidad que esto supone.  

Cada día que pasa es una oportunidad para hacer más por ese rol, ese apostolado y esa labor social que es servir en justicia reconociendo el verdadero valor de las personas. Porque la Justicia encarna un sistema de búsquedas personales con relación a la conducta y a la mejora continua de esta como compromiso diario.  

Abogadas y abogados, damas y caballeros, 

El Magistrado Bergés Chupani fue tuvo una larga carrera judicial. En la Judicatura Nacional ocupó las posiciones de juez de Paz en Bonao y Barahona; Juez de Instrucción de los Distritos Judiciales de Peravia, Samaná y San Cristóbal; Juez de Primera Instancia del Distrito Judicial de San Cristóbal, de Puerto Plata, Independencia, Baoruco; Juez de la Corte de Apelación de San Pedro de Macorís y de San Cristóbal y Juez—Presidente de esta última; Juez de la Suprema Corte de Justicia, del 1959 al 1976 y Juez—Presidente de ésta desde 1982 hasta 1986. Como se puede ver, el Dr. Bergés Chupani hizo toda una carrera judicial. De ahí salió limpio y sin ningún tipo de señalamiento ético, disciplinario o penal. De 1959 a 1976 fue juez del más alto tribunal, llegando a ser su presidente en 1982, hasta 1986. Fue autor del “Repertorio Alfabético de la Jurisprudencia Dominicana” en varios volúmenes.  

Articulista sobre temas de derecho en Cuadernos Jurídicos, Gaceta Judicial y otras revistas de derecho; Profesor Universitario y Decano de Derecho. Nació en Sánchez, en 1919 y se hizo abogado en 1942. Presidente de FINJUS desde 1991. Hoy, centenario, su ejemplo y legado sigue guiando ciudadanas y ciudadanos. Agradecemos a los familiares que pudieron hacer presencia en el día de hoy y le rendimos tributo a Manuel Bergés Chupani. 

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