Discurso Juramentación de abogados 04 diciembre 2019 en honor a Artagnan Pérez Méndez

4 de diciembre de 2019

Juramentación de abogados(as) en honor a Artagnan Pérez Méndez

Abogadas y abogados, damas y caballeros,  

Bienvenidas y bienvenidos a esta Sala Augusta.  

Aquí comienza el camino del sacrificio y de los gratos momentos. El Derecho es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos, decía Inmanuel Kant. Esa conjunción de recursos, principios y normas que son interpretadas y contra-argumentadas, sirve para moldear la realidad. Ustedes, como abogados de la República, tienen el deber de hacerlo conforme a la esencia del pacto social, la Constitución y las leyes. Pero sobre todo con sentido de Justicia. 

El deber de todo abogado es precisamente conocer, comprender y aportar al sentido de las reglas. El ejercicio del Derecho tiene muchas aristas, muchas posibilidades. Asumirlo como un servicio produce gran satisfacción, si se asume que implica todo un universo que tiende a hacer mejor la convivencia.  

Quiero hacer un llamado a todos los operadores y auxiliares de la justicia a abrazar la civilidad. Un valor que activa otros valores y se convierte en garantía. Es el sentido de respeto y atención por la cortesía y las reglas en el intercambio social. Cada una de las partes de todo ese entramado institucional que actúa ante la Justicia debe comprender la importancia del comportamiento empático con la comunidad.   

En cada acción, en cada recurso, se juega el destino del Derecho dominicano, y de la organización jurídica. Ese universo que da soporte al movimiento de las relaciones necesita cada día de profesionales con mayor conexión con los tiempos y con su misión básica. Hagan todo lo posible por servir siendo fieles al Derecho, en busca del bien mayor. La dedicación y la entrega siempre da resultados de provecho. En el camino debemos dignificar la función del juez, con la honra y el respeto a lo que representa. Con el cuidado del ejercicio, sin trucos o acciones temerarias que vulneren los procesos y afecten a las partes o al sistema de justicia. Intentando ser mejor todos los días.  

Los tribunales son espacio solemne de construcción diaria. Donde se decide sobre los momentos difíciles de mucha gente. Sobre el futuro de todas las personas del territorio. Es por eso que, en su ejercicio y ante las adversidades, deben tener entereza y respeto por el entorno. Por sus colegas. Por sus defendidos y oponentes, por la dignidad de las personas. Comprender que el mundo no se agota en nosotros. Y que conviene actuar conscientes de ello. Sopesando el valor de lo que hacemos, contemplando las normas y los pactos, los derechos y deberes que nos comprometen.  

Abogadas y abogados, señoras y señores, 

A ustedes corresponde ahora, en los tribunales y en casa, ganar o perder la batalla por la verdad y la justicia, por la democracia y su garante: el Estado social y democrático de Derecho. Pongan la acción donde estuvo la palabra. Así crecerá la confianza en ustedes, ganarán respeto y mejorarán la patria. 

En cada juramentación el Poder Judicial valora la trayectoria de personas, de profesionales dedicados al estudio y aplicados a la mejora paulatina de la vida en sociedad a través del Derecho. Proyectar el valor de sus atributos para subrayar los referentes es el objetivo. Mostrar el camino y sus huellas como ejemplo, para que las nuevas generaciones puedan rescatar ganancia para el país.  

La Juramentación de hoy es dedicada al hombre de saber, maestro y gladiador jurídico, Artagnan Pérez Méndez. En días pasados, el centro de Justicia de Moca fue designado con su nombre.  Y decía en un bonito acto, que el Congreso Nacional había designado tal nombramiento para que sigan naciendo y desarrollándose figuras de su talante comprometido, consagrado a la república, a la cultura, al conocimiento y a la acción. Para que siga estando presente entre nosotros, para que siempre sea recordado.  

Con esto, el Congreso ha puesto la vara muy alta. Artagnan Pérez Méndez fue maestro de generaciones. Las aulas fueron su constante desde muy temprano. Escribía para enseñar. Había mucho valor en su capacidad de transmitir conocimiento.Fue el primer profesor de Historia del Derecho de la PUCMM, en Santiago. Pero antes fue profesor en San Cristóbal y en varios liceos y escuelas del territorio nacional.  

Su pasión por el conocimiento lo hizo estudiar química, botánica, arte, música… Artagnan: Un personaje!, él era muy consciente de su lugar en el mundo socio-jurídico. Se dedicó a fortalecer el Derecho en distintas ramas, desde el estudio y el magisterio, pero con un ejercicio estelar en los tribunales. Dicen quienes fueron sus alumnos, que era estricto con sus clases, aunque no perdía el humor. Bromeaba hasta sobre sí mismo.  

Honremos con nuestro ejercicio la vida de Artagnan Pérez Méndez, su firme compromiso con el cuidado del Derecho y el conocimiento de la jurisprudencia. Esa es la impronta de Artagnan Pérez Méndez. La comprensión del ejercicio como un concierto donde la doctrina, bien cultivada, hace juego con principios, recursos, convenciones, usos, fuentes específicas del trabajo por la Justicia. En esa confluencia parió decenas de libros. Piezas jurídicas que alumbran el ejercicio en los tribunales de todo el país y motivaron a otros a la doctrina. 

Les invito a hacerse parte todos los días, como él, de quienes empujan para la evolución del Derecho y la Justicia. A vivir la pasión por el trabajo para hacer un mejor país. Nunca pierdan de vista el sentido de su ejercicio, nunca dejen de hacer todo lo que está a su mano por la República.   

En nombre y representación de la Suprema Corte de Justicia, les declaro legalmente investidos como abogados y abogadas. ¡Muchas felicidades y que tengan el mayor de los éxitos en su profesión! Recuerden siempre trabajar en “ser más para servir mejor”.  

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