Para el maestro del Derecho mexicano Pedro Hernández Silva “todo jurista debe estar comprometido a enfocar sus esfuerzos en encontrar caminos para mejorar la justicia”. El compromiso del Poder Judicial, más allá de las circunstancias, se cumplirá sobre la base de la creencia común de que es posible ofrecer un modo más efectivo de resolver los conflictos para la convivencia. Aunque tengamos que hacerlo gradual, aunque algunas cosas tengan que revisarse y cambiar. Lo estamos haciendo de forma gradual. Revisando, ajustando y cambiando algunas cosas en el camino. Se trata de avanzar e ir demostrando que es posible.
El sistema de registro inmobiliario arribó a sus cien años. La gestión y administración de procesos relativos a la seguridad jurídica de la propiedad inmueble ha pasado por muchos procesos en el tiempo. Su evolución ha sido tanto resultado del avance económico como del cambio estructural de la nación. Sin embargo, es justo reconocer la visión y gran capacidad de anteponerse, que tuvo la Suprema Corte de Justicia de 1997 a 2012. El Dr. Jorge A. Subero Isa fue el gran precursor de los cambios de lo que fuera un caos para los procesos relativos a litis sobre la propiedad y su registro. Lo que en el pasado fue un mercado persa, con papeles por doquier, sin ningún orden, hoy es el aval principal del sistema económico. Y si bien cuenta con debilidades, la Jurisdicción Inmobiliaria se encamina a profundizar el modelo de gestión virtual para su reestructuración y reordenamiento. La mejora de las condiciones físicas, laborales y de servicio son notables. Los cambios enfocados en la organización y archivos, la recuperación de planos, la mejora de las condiciones de trabajo y de los servicios, son un modelo para la tarea de transformar todo el sistema de justicia.
“Es la hora de los hornos y no ha de verse más que la luz" como escribiera Martí. La dificultad y el fragor son el pasado que resiste. El sistema de justicia tiene grandes retos y un largo camino de avance. Y quiero aprovechar el centenario de la Jurisdicción Inmobiliaria, para exponer a grandes rasgos el modo en que, del caos total y las islas de gestión, se pasa a una concepción sistémica e integral, aprovechando las ventajas tecnológicas.
No es un invento: es el resultado de la experiencia y largos meses de trabajo y planificación en el marco de Visión Justicia 20/24 como en los planes individuales de cada órgano. Acciones que se habían proyectado en la planificación estratégica, que dividió la gestión del Poder Judicial en tres grandes ejes: Integridad para una justicia confiable, Justicia para todas y todos y Servicio judicial oportuno y eficiente. Su implementación iba a ser paulatina en cinco años, pero el COVID-19 agregó la urgencia para un primer ensayo o prototipo. A través del diálogo constante, entre nosotros, con los actuantes en justicia y la sociedad lo iremos perfeccionando.
El amplio conjunto que supone la transformación judicial puede verse como una gran sombrilla institucional, que consta de un programa tecnológico en favor de los usuarios y usuarias en general. En primer lugar, el enlace formal del Poder Judicial, que presenta la institución, su misión y objetivos, así como las áreas que la conforman. Es la cara digital de la administración de justicia. Los portales de servicios suponen tres grandes espacios de interacción: Servicio Judicial es una indudable oportunidad para que se pueda trabajar de manera más segura, en línea. Un espacio transaccional donde los y las actuantes en justicia (desde el 1ro de julio) tienen la oportunidad de llevar los procesos desde la recepción hasta la notificación final. El Registro Inmobiliario, que será el portal de servicios relativos a la hoy Jurisdicción Inmobiliaria. Dicha institución se mueve hacia la ampliación de sus servicios multicanal, la digitalización total de sus operaciones estandarizadas, la firma digital, la mejora del tiempo de respuesta y una mayor capacitación de sus activos. Por último, la Escuela Nacional de la Judicatura, para los servicios formativos. Los tres portales e instituciones irán cambiando para adaptarse a las necesidades de los usuarios internos y externos del sistema.
El carácter digital y remoto tiene ventajas que son incuestionables y se irán viendo a medida que servidores y usuarios puedan adaptarse al cambio. El acceso digital reduce costos tanto de la gestión de la información como en el gasto en papel. Aumenta la eficiencia en el trabajo, porque permite hacer las cosas de forma más rápida y directa.Integra de un modo más armónico los servicios y tribunales, su operatividad y seguimiento. Contribuye a que se puedan sistematizar indicadores y la jurisprudencia de forma adecuada. Aporta, además, mayor fiabilidad y garantías procesales, aumentando la transparencia.
El acceso, las audiencias y servicios administrativos, cuentan con tutoriales y la asistencia técnica permanente de las áreas de apoyo del Poder Judicial. No hay implementación perfecta, pero sí la posibilidad de mejorar constantemente. Tanto en nuestra manera de trabajar, como en nuestros aprendizajes, estamos ante un reto. Pero, sobre todo, vale decir que estamos ante una gran oportunidad para transformar la justicia en una entidad flexible, en un poder del Estado capaz estar a la altura de su mandato constitucional y legal.
Tengamos paciencia y compromiso para superar el pasado, con toda la fuerza que tenemos. Es posible lograr un Derecho al servicio de la Justicia y la garantía de que los derechos de las personas sean protegidos con integridad. Pongamos de primero lograr nuestro objetivo de transformar la justicia. Solo así tendrá sustento la Visión de una Justicia oportuna, capaz de responder a las demandas y requerimientos de sus usuarios y de la sociedad.