El pasado 7 de enero, Día en que se conmemoró el Poder Judicial, coincidí con muchos juristas, abogados y abogadas y actores del sector justicia al enmarcar la importancia de la mora como una amenaza para la administración de justicia. El hecho de que las tardanzas en emitir un fallo suponen una catástrofe para la función social del sistema de justicia lo viven en carne propia las partes y actuantes en justicia. Hoy, a más de seis meses y muchísimo trabajo, podemos decir que se ha avanzado en el camino correcto. Lo que no puede verse como una razón para desfallecer o dormir en los logros.
No podemos ser ajenos a lo que sucede, quejas y problemas, pero la esencia de nuestro trabajo supone continuar con firmeza aplicando e interpretando las leyes y el Derecho. Y eso es precisamente lo que hemos hecho, lo que han logrado los 18 jueces y juezas del Departamento Judicial de Barahona, que trabajaron en conjunto, demostrando que es posible la reducción de la mora a un 0%. Es decir, haciendo historia con su trabajo.
De manera extraordinaria se desarrolló el abordaje, aprovechando el período de emergencia para batir al enemigo principal de la justicia, que no es otro que la mora o retraso judicial. Dadas las circunstancias, ante esta muestra del gran sacrificio y organización, reconozco el trabajo de las magistradas y magistrados de Barahona. Cada una y cada uno de ellos merece nuestro respaldo por su avance, que es un gran aporte al sistema. La República Dominicana será testigo de su eficiencia.
El Plan de Reducción de la Mora en el departamento judicial de Barahona es un indicio de la calidad de la justicia que allí se imparte. Haber limpiado el Departamento de expedientes que databan de 2017, 18 y 19 tanto en Primera Instancia como en Corte, es una muestra del compromiso-país que tiene cada jueza y cada juez, operando como equipo, y del buen trabajo del juez coordinador. 565 sentencias sustentan el hecho de que las salas del Departamento se encuentran libres de mora. Lo cual implica que la cantidad de personas que requirieron los servicios judiciales, puedan decir que se hizo justicia.
“La justicia tardía pierde el derecho a su nombre”, decía el presidente del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Trías Monge. Mantengo la esperanza en que la prioridad especial a los asuntos atrasados, a través de una redistribución planificada, da frutos sobre la carga judicial. El país cuenta con el Departamento Judicial de Barahona, como cuenta con todos y cada uno de los jueces y juezas que conformamos el Poder Judicial dominicano para seguir la transformación que ya empieza a levantar a la Justicia, como ese paciente afectado que da sus primeros pasos de fuerza y se reanima.
