El pasado jueves sostuvimos un encuentro con una importante representación de sectores productivos de la sociedad. Conversamos sobre los trabajos y aprendizajes de los equipos del Poder Judicial y el impacto de la lamentable pandemia del COVID-19. Nos encontró trabajando duro y en preparación del avance hacia Visión Justicia 20/24: capacitándonos, haciendo ajustes de criterio, socializando el proceso de transformación. Fue notable la apertura, el compromiso y el ánimo de colaboración de los participantes.
La pandemia ha resultado ser un catalizador acelerado lleno de aprendizajes. El trabajo colaborativo, los espacios de socialización con diferentes audiencias tanto internas como externas han sido parte de la toma de decisiones. Hemos identificado oportunidades y dinámicas que han movilizado los equipos hacia una nueva cultura para decidir y actuar. Las nuevas mecánicas de trabajo permiten poner el oído en el curso institucional.
El trabajo coordinado sirve para agilizar los procesos de modo simultáneo, fortalece la capacidad de respuesta y enriquece el conocimiento de los equipos. La capacidad de respuesta y la mejora en la distribución de los casos y las cargas de trabajo son un rasgo notable en este proceso de adaptación, que tiene como objetivos principales: la continuidad de las labores asegurando la vida y salud de quienes actúan en justicia y la garantía de derechos fundamentales a quienes requieren esta con urgencia.
La contingencia nos llevó a consolidar el proceso de transformación en el Servicio Judicial, cuya planificación y coordinación se encontraba en fase inicial. Esta plataforma integradora de personas, funciones reglas y procesos conlleva una transformación tecnológica de gran escala. Incluye digitalización de procesos desde la entrada hasta la entrega. Prioriza una cultura de servicio donde las personas (usuarios) son el centro y acoge bases documentales abiertas.
El Servicio judicial aporta y nos compromete con un aumento del acceso, la rapidez, la transparencia y seguridad en los trámites.
Gran parte de los puntos antes mencionados estaban contenidos en nuestra estrategia Visión Justicia 20/24. El trabajo ha consistido en lograr una coherencia en la acción, para que se realice de un modo más coordinado, constructivo y mucho menos disperso que en las tradicionales formas de operar.
La gran ganancia de este proceso ha sido poder asegurar que cada paso del camino apunte hacia la transformación que ha sido planificada. Se trata de avances sensibles, simultáneos, sin parches, pero conscientes de que una parte importante es la revisión constante para hacer correctivos, en tiempo real. Solo así tendrá sustento la Visión de una Justicia oportuna, capaz de responder a las demandas y requerimientos de sus usuarios y de la sociedad. Este es el camino para que podamos operar en el servicio para todas y todos.
