Ante la emergencia nacional declarada por el COVID-19

21 de marzo de 2020

Nunca la humanidad había estado tan expuesta, ni nuestro país necesitó tanto de nosotros. Cada esfuerzo individual de atender a las medidas de prevención y el llamado a quedarse en casa, se constituye en un esfuerzo colectivo para proteger la salud de todos y todas, en especial de las personas más vulnerables.

La emergencia nacional debe contar con el cumplimiento y cuidado de cada uno y cada una de los dominicanos y dominicanas.

Desde el Poder Judicial, juezas, jueces y servidores de la Justicia, estamos desarrollando los mecanismos necesarios para asegurar el curso del régimen jurídico: la tutela efectiva de los derechos que nos convoca y obliga el régimen constitucional y legal. Hemos implementado medidas para asegurar la dignidad de los servidores y de las usuarias y usuarios, en lo que respecta a los tribunales de atención permanente y las vías judiciales que no pueden suspender sus servicios.

Debemos tener conciencia del momento. De nadie se espera la templanza en el ánimo para decidir con sabiduría como de los jueces y juezas.

Ante la declaratoria de estado de emergencia en nuestro país por el COVID-19, hemos hecho un llamado reiterativo a toda la familia del Poder Judicial a que protejamos y preservemos la salud de las formas más adecuadas, siguiendo las directrices que han sido trazadas por la Emergencia Nacional declarada, y tendiendo a la responsabilidad de todos y todas de asegurar la estabilidad, el orden social y sobre todo el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas.

El Consejo del Poder Judicial aprobó en dos sesiones extraordinarias el Plan de Medidas del Poder Judicial ante el COVID-19, hemos abordado pautas generales, otras sobre el funcionamiento de los tribunales y medidas administrativas y de personal. Además de hacer un llamado al cumplimiento estricto de las disposiciones relativas a nuestro trabajo.

Garantía de acceso a la justicia, como determina el orden constitucional y legal, es nuestro deber primordial. Con prioridad a personas en situaciones de vulnerabilidad, protegiendo y siguiendo las recomendaciones de los organismos estatales y de la Organización Mundial de la Salud.

En apenas 2 días veo magistrados, magistradas y servidores y servidoras de diferentes áreas comprometidos en llevar a cabo estas medidas en extremo cuidado, tomando las precauciones de seguridad y contingencia necesarias.

Nuestro deber con la República Dominicana y el Poder Judicial es trabajar con los medios posibles, para hacer que la gente pueda utilizar los servicios con las herramientas que se han puesto en marcha. La patria espera eso de nosotros y nosotras. Estoy seguro de que la familia del Poder Judicial está y estará a la altura de nuestro compromiso en esta hora difícil.

Continuaremos comunicando de manera periódica el seguimiento a más formas de prevención y cuidado, que aseguren la posibilidad de impartir justicia sin lesionar derechos y conteniendo los daños de la situación extraordinaria que vivimos.

Dios nos ha de bendecir con salud y nos permitirá seguir sirviendo con igual esmero y compromiso.

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