Los estudios sobre el desarrollo humano nos explican que las capacidades de las personas, las opciones con las que cuentan para realizar sus metas a lo largo de su vida son determinantes. Otras perspectivas complementarias señalan que estas opciones y capacidades constituyen la libertad y la base para la felicidad de las personas.
Se ha señalado, también, que el desarrollo económico de un país, que es imprescindible para el desarrollo humano, depende de la competitividad y ésta a su vez de las capacidades productivas de la sociedad y de las personas, entendidas como recursos humanos.
Lo que revelan los estudios y análisis más recientes sobre estos temas es que el derecho a tener las capacidades necesarias para contar con opciones personales de desarrollo está siendo negado sistemáticamente a los dominicanos por un ordenamiento social, económico, institucional y político que no incluye a las mayorías, que deja fuera a quienes no pertenecen a los estamentos más privilegiados.
Si en República Dominicana una mayoría de las personas están privadas de las capacidades y opciones fundamentales para realizar sus aspiraciones, entonces vivimos en una sociedad que está negando la libertad.
Por eso la pobreza, en términos absolutos, no se ha reducido a pesar del crecimiento económico y el progreso material exhibido por nuestra sociedad. Por eso la emigración como aspiración y meta de gran cantidad de dominicanos, por eso también la pérdida de esperanzas y con ella el incremento de la criminalidad.
Es urgente, entonces, que en el centro del pacto nacional que representa la Estrategia Nacional de Desarrollo coloquemos el establecimiento y garantía del derecho de las personas a adquirir y potenciar las capacidades y opciones imprescindibles para alcanzar sus metas personales y sociales.
Lo que se nos impone como obligación si queremos superar los males actuales es precisamente eso: hacer que el desarrollo humano sea una cuestión de derechos creando un marco de garantías que permita procesar conflictos y encontrar soluciones para el equilibrio de la sociedad y para que todas las personas cuenten con opciones para satisfacer sus necesidades y realizar sus aspiraciones.
Publicada en Santo Domingo, fecha 23 de junio de 2010, Ver publicación Perspectiva Ciudadana
